14 Y 15 DE SEPTIEMBRE 2022
El plan original era comenzar nuestro viaje el día 15 de septiembre, sin embargo y ante una firme amenaza que planeaba en el ambiente sobre una huelga en el aeropuerto de Málaga, lo cual habría tenido serias consecuencias para enlazar nuestro siguiente vuelo a Innsbruck, decidimos adelantar un día nuestra fecha de partida.
Salimos de casa a las 3 de la mañana y no tuvimos ningún problema con el control de seguridad, ya que solo otro vuelo salía a una hora similar a la nuestra, por lo tanto el aeropuerto estaba bastante tranquilo. Se produjo un incidente... mientras Lourdes y yo esperábamos para el control de pasaportes, me di cuenta de que no había recogido mi ordenador portátil de una de las 5 bandejas que tuve que usar al pasar por seguridad. Ya me había ocurrido esto años atrás en la seguridad de Gatwick, lo único que tengo que decir es que si olvido mi ordenador, el control de seguridad es el lugar más idóneo para perderlo. Lo recuperé sin problema tras demostrar que me pertenecía.
Salimos de Málaga y llegamos al aeropuerto de Gatwick ( Londres) por la mañana temprano, aun era pronto para registrarnos en el hotel, por lo tanto, Lourdes pudo disfrutar del tradicional desayuno británico que tanto le gusta. Estábamos intentando buscar el autobús que nos llevase al hotel, cuanto a través de una llamada, el gerente nos brindó la oportunidad de venir a recogernos y cuando llegamos, nuestra habitación estaba casi lista.
A la mañana siguiente debíamos volver al aeropuerto a tomar nuestro vuelo a Innsbruck ( Austria) donde Eva nos esperaba para llevarnos a nuestro apartamento, la que sería nuestra casa durante las próximas dos semanas, este se encontraba en un pequeño pueblo del tirol (Leithen) a unos 20 minutos de Innsbruck. Los apartamentos estaban ubicados dentro de una gran casa de montaña típica tirolesa, donde además de Eva, también vivían los dueños.
Decidimos ir a hacer una compra con los víveres indispensables, que nos sirvió además para sorprendernos por el nivel de productos tan diferentes y alto coste de los alimentos en comparación con España y acordamos cocinar nuestras comidas siempre que fuera posible.
Nuestra primera noche involucró una presentación e invitación de parte de la familia propietaria de la vivienda, disfrutamos con ellos de una cerveza local y aguardiente casero, este es el claro indicio de que....
¡¡¡ Nuestras vacaciones habían comenzado!!!
El plan original era comenzar nuestro viaje el día 15 de septiembre, sin embargo y ante una firme amenaza que planeaba en el ambiente sobre una huelga en el aeropuerto de Málaga, lo cual habría tenido serias consecuencias para enlazar nuestro siguiente vuelo a Innsbruck, decidimos adelantar un día nuestra fecha de partida.
Salimos de casa a las 3 de la mañana y no tuvimos ningún problema con el control de seguridad, ya que solo otro vuelo salía a una hora similar a la nuestra, por lo tanto el aeropuerto estaba bastante tranquilo. Se produjo un incidente... mientras Lourdes y yo esperábamos para el control de pasaportes, me di cuenta de que no había recogido mi ordenador portátil de una de las 5 bandejas que tuve que usar al pasar por seguridad. Ya me había ocurrido esto años atrás en la seguridad de Gatwick, lo único que tengo que decir es que si olvido mi ordenador, el control de seguridad es el lugar más idóneo para perderlo. Lo recuperé sin problema tras demostrar que me pertenecía.
Salimos de Málaga y llegamos al aeropuerto de Gatwick ( Londres) por la mañana temprano, aun era pronto para registrarnos en el hotel, por lo tanto, Lourdes pudo disfrutar del tradicional desayuno británico que tanto le gusta. Estábamos intentando buscar el autobús que nos llevase al hotel, cuanto a través de una llamada, el gerente nos brindó la oportunidad de venir a recogernos y cuando llegamos, nuestra habitación estaba casi lista.
A la mañana siguiente debíamos volver al aeropuerto a tomar nuestro vuelo a Innsbruck ( Austria) donde Eva nos esperaba para llevarnos a nuestro apartamento, la que sería nuestra casa durante las próximas dos semanas, este se encontraba en un pequeño pueblo del tirol (Leithen) a unos 20 minutos de Innsbruck. Los apartamentos estaban ubicados dentro de una gran casa de montaña típica tirolesa, donde además de Eva, también vivían los dueños.
Decidimos ir a hacer una compra con los víveres indispensables, que nos sirvió además para sorprendernos por el nivel de productos tan diferentes y alto coste de los alimentos en comparación con España y acordamos cocinar nuestras comidas siempre que fuera posible.
Nuestra primera noche involucró una presentación e invitación de parte de la familia propietaria de la vivienda, disfrutamos con ellos de una cerveza local y aguardiente casero, este es el claro indicio de que....
¡¡¡ Nuestras vacaciones habían comenzado!!!
16th September, 2022.
La vista desde nuestro típico balcón por la mañana no parecía muy inspiradora, solo podíamos ver niebla, lejos de desanimarnos, Lourdes y yo decidimos salir a explorar los alrededores, parándonos ante cualquier cosa que nos llamara la atención, como podía ser la hierba mojada y tantos prados verdes. De pronto vimos un sendero que conducía a un bosque, podíamos observar como la niebla se disipaba para luego volver rápidamente , mientras disfrutábamos de este espectáculo, un par de jóvenes caminaban justo hacia donde estábamos nosotras, uno de ellos vestía el tradicional traje tirolés y pregunté si podía hacer una foto. Su acompañante hablaba algo de inglés y español y nos comentaron que iban a dar de comer a los caballos que estaban en el prado. Tomé las fotos y les preguntamos si podíamos entrar en el bosque, ya que, había un cartel con aviso que indicaba un campo de tiro. Sugirieron que podíamos acompañarlos si queríamos conocer el interior del bosque y también poder ver los caballos, ya que desde donde nos encontrábamos no existía el menor rastro de ningún animal. Sin pensarlo dos veces nos pusiemos en marcha tras ellos y según íbamos adentrándonos en el bosque nos sorprendían réplicas perfectas de grandes animales, eran tan realistas que hasta podían asustarnos, estaban bien camufladas entre los árboles , ellos nos explicaron que eran usadas para la práctica de tiro con arco.
Continuamos caminando y hubo un momento en el que entre risas nos preguntábamos ¿ qué estábamos haciendo? Ya que no solo no teníamos idea de donde estábamos nosotras, ni los caballos y tampoco sabíamos quienes eran estos chicos a los que estábamos acompañando. Para nosotras... la aventura es la aventura!
Después de algunas subidas empinadas, entre árboles y niebla, uno de los hombres empezó a gritar de un modo que solo él podía entender y de pronto, sin saber de dónde, los caballos comenzaron a aparecer, en principio no se sentían muy cómodos con nuestra presencia, sin lugar a dudas unas extrañas para ellos, sin embargo poco a poco empezaron a olernos y a acercarse mientras llegaban hasta la comida que los chicos les
ofrecían. En el intento de aproximación incluso uno de ellos le dio un mordisco a Lourdes tomándola por sorpresa!!
Luego los muchachos iniciaron algún trabajo de mantenimiento de las vallas, nos despedimos de ellos siguiendo sus instrucciones para encontrar un atajo de salida del bosque. Solo podíamos esperar que el resto de días nos trajera mas aventuras de este tipo!!
La vista desde nuestro típico balcón por la mañana no parecía muy inspiradora, solo podíamos ver niebla, lejos de desanimarnos, Lourdes y yo decidimos salir a explorar los alrededores, parándonos ante cualquier cosa que nos llamara la atención, como podía ser la hierba mojada y tantos prados verdes. De pronto vimos un sendero que conducía a un bosque, podíamos observar como la niebla se disipaba para luego volver rápidamente , mientras disfrutábamos de este espectáculo, un par de jóvenes caminaban justo hacia donde estábamos nosotras, uno de ellos vestía el tradicional traje tirolés y pregunté si podía hacer una foto. Su acompañante hablaba algo de inglés y español y nos comentaron que iban a dar de comer a los caballos que estaban en el prado. Tomé las fotos y les preguntamos si podíamos entrar en el bosque, ya que, había un cartel con aviso que indicaba un campo de tiro. Sugirieron que podíamos acompañarlos si queríamos conocer el interior del bosque y también poder ver los caballos, ya que desde donde nos encontrábamos no existía el menor rastro de ningún animal. Sin pensarlo dos veces nos pusiemos en marcha tras ellos y según íbamos adentrándonos en el bosque nos sorprendían réplicas perfectas de grandes animales, eran tan realistas que hasta podían asustarnos, estaban bien camufladas entre los árboles , ellos nos explicaron que eran usadas para la práctica de tiro con arco.
Continuamos caminando y hubo un momento en el que entre risas nos preguntábamos ¿ qué estábamos haciendo? Ya que no solo no teníamos idea de donde estábamos nosotras, ni los caballos y tampoco sabíamos quienes eran estos chicos a los que estábamos acompañando. Para nosotras... la aventura es la aventura!
Después de algunas subidas empinadas, entre árboles y niebla, uno de los hombres empezó a gritar de un modo que solo él podía entender y de pronto, sin saber de dónde, los caballos comenzaron a aparecer, en principio no se sentían muy cómodos con nuestra presencia, sin lugar a dudas unas extrañas para ellos, sin embargo poco a poco empezaron a olernos y a acercarse mientras llegaban hasta la comida que los chicos les
ofrecían. En el intento de aproximación incluso uno de ellos le dio un mordisco a Lourdes tomándola por sorpresa!!
Luego los muchachos iniciaron algún trabajo de mantenimiento de las vallas, nos despedimos de ellos siguiendo sus instrucciones para encontrar un atajo de salida del bosque. Solo podíamos esperar que el resto de días nos trajera mas aventuras de este tipo!!
Ya por la tarde, la niebla casi había desaparecido y Eva sugirió una visita al lago Wildsee, no quedaba lejos, estaba en las cercanías de Seefeld, aunque lo primero que pudimos ver fueron charcos, quisimos aprovechar la ocasión para intentar hacer algunas fotos. Al llegar al lago, pudimos ver que, aunque la niebla se estaba disipando, aun quedaba suficiente para crear unas vistas etéreas encantadoras.
Tuvimos las suerte de que no había muchas personas otras personas que quisieran visitar el lago en este día en particular, según dijo Eva, en los meses de verano está muy concurrido. Lo tuvimos para nosotras solas, así que pudimos merodear cada rincón del entorno y holgazanear en los asientos giratorios desde donde podías mirar al lago o a la montaña según el gusto de cada persona, este era un lugar que invitaba a la reflexión , la calma y la paz. Lourdes y yo los probamos!
A medida que la niebla aclaraba el paisaje, vislumbramos montañas distantes y los reflejos en el agua se hicieron más nítidos, puros y transparentes. También pudimos observar varias carpas casi gigantes que nadaban en el lago haciendo notar su presencia.
Tras un tiempo muy valioso y apreciado en el lago, regresábamos al apartamento, pero antes nos detuvimos en la ciudad de Seefeld, allí subimos hasta la colina, al stonehenge (monumentos de piedra) y esperamos a que se pusiera el sol y aparecieran las luces del pueblo. Acordamos volver a ese lugar para tomar algunas fotos de las estrellas antes de irnos.
17th September, 2022
¡ Otro día y otro lago!
Sin embargo antes tuvimos que lidiar con la lluvia y el frío.
Nos reunimos en el apartamento de Eva para hablar de la ruta del próximo día, miramos por la ventana y disfrutamos de una vista increíble, las cimas de las montañas estaban cubiertas de nieve que asomaba a través de las nueves, fue uno de esos momentos… “ Guau”. Decidimos vestirnos adecuadamente y desafiar las inclemencias del tiempo.
Nos dirigimos al lago Moeserer See, Eva aparcó el coche y después la seguimos bien abrigadas, contra el viento, la lluvia y el frío. Lourdes y yo nos fijábamos demasiado en nuestro entorno, y se trataba de seguir los pasos de Eva en ese momento, sin embargo al doblar la curva ¡ de repente nos encontramos en medio de una celebración de boda al aire libre!
Siguiendo el ejemplo de Eva, continuamos caminando y tratando de no establecer contacto visual con los invitados elegantemente vestidos para la ocasión, parecían no inmutarse ante la presencia de “ unas invitadas , no invitadas”, pasando entre las mesas del cocktail que disfrutaban, continuamos nuestro camino.
Nos detuvimos para tomar algunas fotos del lago un poco más lejos del evento y preguntamos a Eva por donde seguíamos, parecía que debíamos llegar a un carril que estaba al otro lado de la valla, así que ahora nos enfrentábamos a una puerta cerrada con un candado. Teníamos pues , dos opciones, cruzar de nuevo descaradamente entre los invitados o saltar la valla. Tenía que ser la segunda, una por una fuimos saltándola y percibimos algunas miradas inquisitivas, pero nosotras continuamos caminando por el sendero del otro lado con bastante indiferencia.
Aunque dejó de llover por un tiempo, la amenaza de lluvia era constante, después de una parada para observar la vida silvestre y tomar algunas fotos, regresamos al coche.
Una vez de vuelta al apartamento, nos quedamos un rato fuera, disfrutando de unas hermosas escenas cuando el sol comenzó a ponerse. A veces las montañas parecían estar en llamas cuando el sol abrasador desaparecía detrás de ellas. ¡Qué glorioso final para el que parecía un día poco prometedor! Pero aún no habíamos acabado, Eva puso el broche final con un frío vaso de ginebra y frutos rojos.
Nada nos impediría aprovechar al máximo nuestro tiempo en Austria
¡ Otro día y otro lago!
Sin embargo antes tuvimos que lidiar con la lluvia y el frío.
Nos reunimos en el apartamento de Eva para hablar de la ruta del próximo día, miramos por la ventana y disfrutamos de una vista increíble, las cimas de las montañas estaban cubiertas de nieve que asomaba a través de las nueves, fue uno de esos momentos… “ Guau”. Decidimos vestirnos adecuadamente y desafiar las inclemencias del tiempo.
Nos dirigimos al lago Moeserer See, Eva aparcó el coche y después la seguimos bien abrigadas, contra el viento, la lluvia y el frío. Lourdes y yo nos fijábamos demasiado en nuestro entorno, y se trataba de seguir los pasos de Eva en ese momento, sin embargo al doblar la curva ¡ de repente nos encontramos en medio de una celebración de boda al aire libre!
Siguiendo el ejemplo de Eva, continuamos caminando y tratando de no establecer contacto visual con los invitados elegantemente vestidos para la ocasión, parecían no inmutarse ante la presencia de “ unas invitadas , no invitadas”, pasando entre las mesas del cocktail que disfrutaban, continuamos nuestro camino.
Nos detuvimos para tomar algunas fotos del lago un poco más lejos del evento y preguntamos a Eva por donde seguíamos, parecía que debíamos llegar a un carril que estaba al otro lado de la valla, así que ahora nos enfrentábamos a una puerta cerrada con un candado. Teníamos pues , dos opciones, cruzar de nuevo descaradamente entre los invitados o saltar la valla. Tenía que ser la segunda, una por una fuimos saltándola y percibimos algunas miradas inquisitivas, pero nosotras continuamos caminando por el sendero del otro lado con bastante indiferencia.
Aunque dejó de llover por un tiempo, la amenaza de lluvia era constante, después de una parada para observar la vida silvestre y tomar algunas fotos, regresamos al coche.
Una vez de vuelta al apartamento, nos quedamos un rato fuera, disfrutando de unas hermosas escenas cuando el sol comenzó a ponerse. A veces las montañas parecían estar en llamas cuando el sol abrasador desaparecía detrás de ellas. ¡Qué glorioso final para el que parecía un día poco prometedor! Pero aún no habíamos acabado, Eva puso el broche final con un frío vaso de ginebra y frutos rojos.
Nada nos impediría aprovechar al máximo nuestro tiempo en Austria
18th September, 2022
Lourdes' Birthday!
Una vez que le mencioné a Eva que el 18 era el cumpleaños de Lourdes, ¡Un plan se puso en marcha! Eva habló con Astrid ( la propietaria de la casa) encargó un pastel y una vela, Eva se ocupó de buscar una botella de prosecco y yo me encargué de que Lourdes no comprara la tarta que ella quería para compartir con todas como era su costumbre y también decirle que habíamos quedado a las nueve en punto de la mañana en el apartamento de Eva para hablar sobre las próximas rutas. El plan funcionó perfectamente, fue una sorpresa para Lourdes ¡ un cumpleaños diferente fuera de casa y uno que recordará por tomar pastel y prosecco para desayunar.
Lourdes' Birthday!
Una vez que le mencioné a Eva que el 18 era el cumpleaños de Lourdes, ¡Un plan se puso en marcha! Eva habló con Astrid ( la propietaria de la casa) encargó un pastel y una vela, Eva se ocupó de buscar una botella de prosecco y yo me encargué de que Lourdes no comprara la tarta que ella quería para compartir con todas como era su costumbre y también decirle que habíamos quedado a las nueve en punto de la mañana en el apartamento de Eva para hablar sobre las próximas rutas. El plan funcionó perfectamente, fue una sorpresa para Lourdes ¡ un cumpleaños diferente fuera de casa y uno que recordará por tomar pastel y prosecco para desayunar.
Lourdes y yo decidimos alejarnos de los efectos del singular desayuno de cumpleaños, dando un paseo por los verdes campos de Leithen, las nubes seguían abriéndose en las montañas para mostrar más nieve en sus cimas. El sol también comenzó a salir, mientras paseábamos encontramos con lo que creíamos que era un rebaño de cabras, mas tarde supimos que eran una especie de oveja sin lana.
Completamente listas para la próxima aventura, nos dirigimos a Innsbruck. Como ciudad cercana, Eva sabía dónde ir y qué ver. Lourdes había leído una historia sobre un tejado dorado y nos dirigimos hacia el edificio en el centro de la ciudad, también queríamos una vista de pájaro y subimos a la torre más alta para mirar por encima de los tejados y las montañas circundantes. El clima no era realmente propicio para imágenes memorables, sin embargo esperábamos que cuando llegara la hora azul y la noche, pudiésemos hacer mejores fotos.
Mirando desde un café junto al río y tomando un refrigerio local, vimos como el sol hacía una breve aparición en el horizonte y luego se ponía, después esperamos mientras las luces junto al rio empezaban a aparecer lentamente. Era una escena encantadora, con las coloridas fachadas de las casas contrastando con las montañas oscuras detrás y el río delante.
¡ Todas tuvimos otro gran día!
Mirando desde un café junto al río y tomando un refrigerio local, vimos como el sol hacía una breve aparición en el horizonte y luego se ponía, después esperamos mientras las luces junto al rio empezaban a aparecer lentamente. Era una escena encantadora, con las coloridas fachadas de las casas contrastando con las montañas oscuras detrás y el río delante.
¡ Todas tuvimos otro gran día!
19th September, 2022
Un día más, y otro lago que visitar y también una cascada.
Esta vez fuimos a las cataratas de Lainbach y al lago Lautersee. Fue una alegría para nosotras escuchar, ver y sentir tanta agua a nuestro alrededor. En este caso con tantas cascadas diferentes presentándose a medida que subíamos cada vez más alto, teníamos muchas opciones para elegir la foto deseada. Una vez pasada la última cascada nos encontramos con el lago y la posibilidad de tomar un refresco al otro lado, partiendo para llegar al restaurante antes del cierre. Eva recordó que teníamos el tiempo limitado en el aparcamiento. Decidimos entonces, renunciar a la bebida y volver sobre nuestros pasos, volvíamos llenas de imágenes preciosas, preguntándonos si llegaríamos antes de que se cumpliera el plazo del aparcamiento; justo cuando llegamos había un coche de policía aparcado detrás de nosotras, sin embargo no había ninguna nota colocada en el parabrisas, por lo que salimos rápidamente a otro parking cercano y buscamos un lugar para tomar esa bebida tan deseada.
El café al que fuimos tenía un cartel en la puerta anunciando que la hora de cierre era a las 18:00, como aun eran las 17:20, pensamos que íbamos bien de hora. Mientras Eva hacia unas compras, Lourdes y yo entramos en el local simplemente para ser ignoradas por la señora que estaba dentro ocupada lavando y secando los platos. Esperamos pacientemente hasta que pudiese atendernos, nos saludó y pedimos una cerveza, ella solo señaló el reloj y al aviso del horario del cierre, claramente no estaba contenta y no quería que nada más se ensuciara. ¡nos fuimos aún más sedientas!
Esta noche tuvimos por fin un cielo despejado y pude captar algunas estrellas desde nuestro balcón y también la luna.
Un día más, y otro lago que visitar y también una cascada.
Esta vez fuimos a las cataratas de Lainbach y al lago Lautersee. Fue una alegría para nosotras escuchar, ver y sentir tanta agua a nuestro alrededor. En este caso con tantas cascadas diferentes presentándose a medida que subíamos cada vez más alto, teníamos muchas opciones para elegir la foto deseada. Una vez pasada la última cascada nos encontramos con el lago y la posibilidad de tomar un refresco al otro lado, partiendo para llegar al restaurante antes del cierre. Eva recordó que teníamos el tiempo limitado en el aparcamiento. Decidimos entonces, renunciar a la bebida y volver sobre nuestros pasos, volvíamos llenas de imágenes preciosas, preguntándonos si llegaríamos antes de que se cumpliera el plazo del aparcamiento; justo cuando llegamos había un coche de policía aparcado detrás de nosotras, sin embargo no había ninguna nota colocada en el parabrisas, por lo que salimos rápidamente a otro parking cercano y buscamos un lugar para tomar esa bebida tan deseada.
El café al que fuimos tenía un cartel en la puerta anunciando que la hora de cierre era a las 18:00, como aun eran las 17:20, pensamos que íbamos bien de hora. Mientras Eva hacia unas compras, Lourdes y yo entramos en el local simplemente para ser ignoradas por la señora que estaba dentro ocupada lavando y secando los platos. Esperamos pacientemente hasta que pudiese atendernos, nos saludó y pedimos una cerveza, ella solo señaló el reloj y al aviso del horario del cierre, claramente no estaba contenta y no quería que nada más se ensuciara. ¡nos fuimos aún más sedientas!
Esta noche tuvimos por fin un cielo despejado y pude captar algunas estrellas desde nuestro balcón y también la luna.
20th September, 2022
Queríamos un día tranquilo, ya que a la mañana siguiente partíamos hacia los Dolomitas y aparte de tener que salir muy temprano también parecía que sería una dura jornada, por lo tanto ese día queríamos descansar, pero tampoco nos quedamos en casa. El bosque (ambas lo llamamos ahora nuestro bosque) era un sitio cercano y el lugar perfecto simplemente para dar un paseo, ver la luz filtrarse a través de los árboles, detectar todo tipo de setas y hongos y disfrutar de la tranquilidad que allí reinaba. Fue fantástico, siempre encontrábamos nuevo, de hecho, vimos a un chico con su arco y flechas, dispuesto al entrenamiento. El equipo parecía bastante sustancial y ciertamente no me gustaría estar en el trayecto de una flecha disparada. ¡ Eso seguro!
Queríamos un día tranquilo, ya que a la mañana siguiente partíamos hacia los Dolomitas y aparte de tener que salir muy temprano también parecía que sería una dura jornada, por lo tanto ese día queríamos descansar, pero tampoco nos quedamos en casa. El bosque (ambas lo llamamos ahora nuestro bosque) era un sitio cercano y el lugar perfecto simplemente para dar un paseo, ver la luz filtrarse a través de los árboles, detectar todo tipo de setas y hongos y disfrutar de la tranquilidad que allí reinaba. Fue fantástico, siempre encontrábamos nuevo, de hecho, vimos a un chico con su arco y flechas, dispuesto al entrenamiento. El equipo parecía bastante sustancial y ciertamente no me gustaría estar en el trayecto de una flecha disparada. ¡ Eso seguro!
21 de septiembre 2022
Hoy conocimos a la amiga de Eva, Melanie, ella iba a acompañarnos los próximos tres días en nuestro viaje a los Dolomitas. Formamos un grupo peculiar ya que Melanie sólo hablaba alemán; Lourdes español; yo hablaba inglés, español y nada de alemán; Eva hablaba alemán, inglés y nada de español. Sin embargo no tuvimos demasiados problemas a la hora de comunicarnos, las manos se usaron con el idioma universal y las expresiones faciales dicen mucho. Hubo muchas risas.
Mientras cargábamos el coche pudimos ver un hermoso amanecer que tiñó de oro las cimas de las montañas por encima de las nubes en los valles. ¡Los ánimos estaban altos con semejante despedida!
¡ Nuestra primera parada llegó de repetente ! Ibamos de camino al lago Misurina cuando pasamos por una gran masa de agua de la que salía niebla. Las voces de parar fueron al unísono, salimos del coche y nos pusimos a lo nuestro capturando algunas imágenes. El agua era como el cristal y los reflejos puramente nítidos.
La niebla sobre el agua brilló tentadoramente antes de que comenzara a elevarse y disiparse, sin embargo lo que más notamos fue el frío helado, el tipo de frío que lastima la cara.
Volvimos al coche con la calefacción a tope y dejamos atrás el lago Duerrensee para continuar hacia el lago Misurina. El sol estaba alrededor de gran parte de este lago, por lo que pudimos entrar en calor ayudadas por una buena taza de chocolate caliente.
El lago Misurina era mucho más conocido que el lago Duerrensee, aquí era visible ver cuán desbordado estaría en los meses de verano, ya que había mucha gente en los alrededores . El lago Duerrensee estaba mucho más virgen y no había comodidades, para mí la mejor ubicación a pesar del frío.
Una parada más junto al agua donde el sol entraba a través de los árboles y creaba una hermosa escena a contraluz, luego nos pusimos en cola para acceder al área del parque nacional de los Dolomitas y dejar el coche. Durante una hora avanzamos lentamente en la caravana de coches y observábamos como se levantaba la barrera en el lado de la salida, lo que significaba que otro coche podía entrar, cuesta 30 euros entrar y aparcar, pero al menos pudimos pasar! El área de estacionamiento estaba repleta, Eva encontró un espacio, recogimos nuestras mochilas y comenzamos a caminar.
Hoy conocimos a la amiga de Eva, Melanie, ella iba a acompañarnos los próximos tres días en nuestro viaje a los Dolomitas. Formamos un grupo peculiar ya que Melanie sólo hablaba alemán; Lourdes español; yo hablaba inglés, español y nada de alemán; Eva hablaba alemán, inglés y nada de español. Sin embargo no tuvimos demasiados problemas a la hora de comunicarnos, las manos se usaron con el idioma universal y las expresiones faciales dicen mucho. Hubo muchas risas.
Mientras cargábamos el coche pudimos ver un hermoso amanecer que tiñó de oro las cimas de las montañas por encima de las nubes en los valles. ¡Los ánimos estaban altos con semejante despedida!
¡ Nuestra primera parada llegó de repetente ! Ibamos de camino al lago Misurina cuando pasamos por una gran masa de agua de la que salía niebla. Las voces de parar fueron al unísono, salimos del coche y nos pusimos a lo nuestro capturando algunas imágenes. El agua era como el cristal y los reflejos puramente nítidos.
La niebla sobre el agua brilló tentadoramente antes de que comenzara a elevarse y disiparse, sin embargo lo que más notamos fue el frío helado, el tipo de frío que lastima la cara.
Volvimos al coche con la calefacción a tope y dejamos atrás el lago Duerrensee para continuar hacia el lago Misurina. El sol estaba alrededor de gran parte de este lago, por lo que pudimos entrar en calor ayudadas por una buena taza de chocolate caliente.
El lago Misurina era mucho más conocido que el lago Duerrensee, aquí era visible ver cuán desbordado estaría en los meses de verano, ya que había mucha gente en los alrededores . El lago Duerrensee estaba mucho más virgen y no había comodidades, para mí la mejor ubicación a pesar del frío.
Una parada más junto al agua donde el sol entraba a través de los árboles y creaba una hermosa escena a contraluz, luego nos pusimos en cola para acceder al área del parque nacional de los Dolomitas y dejar el coche. Durante una hora avanzamos lentamente en la caravana de coches y observábamos como se levantaba la barrera en el lado de la salida, lo que significaba que otro coche podía entrar, cuesta 30 euros entrar y aparcar, pero al menos pudimos pasar! El área de estacionamiento estaba repleta, Eva encontró un espacio, recogimos nuestras mochilas y comenzamos a caminar.
Había mucha gente a lo largo del camino, tanto andando en la misma dirección nuestra como en dirección contraria, era el último fin de semana que abría la cabaña donde pasaríamos la noche. Fue un día glorioso y obviamente no éramos las únicas que deseaban aprovecharlo. El paisaje era absolutamente impresionante, aunque la luz a esa hora no era buena en términos fotográficos.
Nos detuvimos y maravillamos mientras subíamos, tomábamos fotos, charlábamos, hacíamos pequeños altos en el camino aprovechando para descansar y mirar a nuestro alrededor, llegamos a un restaurante donde nos detuvimos para tomar algo. Fue entonces cuando realmente vimos los senderos estrechos que se abrían camino cuesta arriba y las personas que parecían hormigas en la cresta más alta.
Decidimos que una pequeña celebración era necesaria ya que habíamos llegado tan lejos sin contratiempo.
Fortificadas, empezamos a subir de nuevo, todas caminábamos a nuestra propia velocidad, parándonos cuando era necesario y empujando mentalmente hacia delante. Las vistas cuando mirábamos atrás y veíamos por donde habíamos venido fueron fantásticas. Eventualmente, todas llegamos al punto más alto y esperábamos con ansia un tramo más suave hacia nuestro destino para pasar la noche. La cabaña Tre Cime era visible desde la distancia, parecía no estar ya muy lejos, sin embargo a medida que avanzábamos el zig-zag de los escalones que subían hacia ella se hizo cada vez más duro ¡ ese fue un golpe mortal! Más de 10 km caminados, el equivalente a 89 pisos en ascenso y cerca de 16.000 pasos, a 3000m de altitud y nos enfrentábamos a la prueba definitiva.
Una por una atravesamos la barrera del dolor. No hace falta decir que todas lo logramos y nos sentamos en los bancos que estaban fuera de la cabaña extasiadas para pedir una cerveza y celebrar nuestra hazaña.
Los cuervos nos mantuvieron entretenidas durante un tiempo mientras recuperábamos el aliento. Si, Lourdes aún tenía algo de pan para darles!
Nos detuvimos y maravillamos mientras subíamos, tomábamos fotos, charlábamos, hacíamos pequeños altos en el camino aprovechando para descansar y mirar a nuestro alrededor, llegamos a un restaurante donde nos detuvimos para tomar algo. Fue entonces cuando realmente vimos los senderos estrechos que se abrían camino cuesta arriba y las personas que parecían hormigas en la cresta más alta.
Decidimos que una pequeña celebración era necesaria ya que habíamos llegado tan lejos sin contratiempo.
Fortificadas, empezamos a subir de nuevo, todas caminábamos a nuestra propia velocidad, parándonos cuando era necesario y empujando mentalmente hacia delante. Las vistas cuando mirábamos atrás y veíamos por donde habíamos venido fueron fantásticas. Eventualmente, todas llegamos al punto más alto y esperábamos con ansia un tramo más suave hacia nuestro destino para pasar la noche. La cabaña Tre Cime era visible desde la distancia, parecía no estar ya muy lejos, sin embargo a medida que avanzábamos el zig-zag de los escalones que subían hacia ella se hizo cada vez más duro ¡ ese fue un golpe mortal! Más de 10 km caminados, el equivalente a 89 pisos en ascenso y cerca de 16.000 pasos, a 3000m de altitud y nos enfrentábamos a la prueba definitiva.
Una por una atravesamos la barrera del dolor. No hace falta decir que todas lo logramos y nos sentamos en los bancos que estaban fuera de la cabaña extasiadas para pedir una cerveza y celebrar nuestra hazaña.
Los cuervos nos mantuvieron entretenidas durante un tiempo mientras recuperábamos el aliento. Si, Lourdes aún tenía algo de pan para darles!
Pasó un tiempo antes de que la fotografía volviera a ser una prioridad!
Una vez que nos registramos y descubrimos nuestra habitación e instalaciones para pasar la noche, estábamos demasiado cansadas para asimilarlo todo. ¡nuestra habitación constaba de 4 literas de metal y nada más!
Los carteles anunciaban la obligación de quitarse las botas y usar las zapatillas de uso general que estaban en la entrada, antes de subir la escalera ( ¿en verdad esto era real? ) Y no, no había calefacción y por lo tanto tampoco agua caliente, tampoco nos dimos cuenta de que debíamos haber traído toallas, no íbamos a ducharnos mucho, los baños eran comunes a todas las habitaciones, pero al menos queríamos lavarnos la cara! . No había enchufes en las habitaciones para cargar los teléfonos, solo algunos que compartir en el bar de abajo ( muy solicitados por cierto). Tampoco internet y las señales de teléfono eran intermitentes, aunque en realidad no fue un gran problema.
Cargar las baterías de las cámaras era más complicado, intentamos usar el único punto de alimentación que había en el baño de señoras, pero había demasiada demanda del mismo.
¡ No era exactamente lo que esperábamos, sin embargo nada de lo que sucediera allí restaría valor a nuestra aventura!
En la planta baja estaba el restaurante y la comida y bebida calientes fueron bienvenidas.
Nos llamaron para la cena a las 18:00 en punto y cenamos en un salón de buen ambiente con un montón de fotografías en la pared de lo que parecía personal militar y actividades en el área. Tenía la sensación de que no había cambiado mucho con los años, ciertamente parecía una especie de cuartel militar y así se sentía una, como soldado raso y novato.
Salimos a ver la puesta de sol y quedamos encantadas de ver las nubes a la deriva entre las formaciones rocosas, fue fantástico el espectáculo que nos ofrecía la naturaleza, sin embargo el clima se tornaba cada vez más frío. Lourdes fue la primera en sucumbir ante la gélida noche, seguida por Melanie y poco después por mí, Eva fue la última en ceder.
Cuando subí, Lourdes estaba en la cama, con el gorro, la bufanda y los guantes puestos, y solo asomaban sus ojos por encima del edredón. Fue gracioso verla, y me dijo que se había puesto cada prenda que había llevado con ella.
Melanie estaba casi lista para irse a la cama y estaba tratando de meterse con bastante dificultad en su litera inferior en un saco de dormir y también bajo el edredón. Me subí a mi litera y me acurruqué cubriendo mi cabeza, aun usando mi ropa térmica, con la esperanza de entrar en calor. Finalmente llegó Eva y subió rápidamente a su litera superior pero no de la manera convencional, se puso a horcajadas entre las dos literas y de algún modo consiguió subir, podía escuchar a Lourdes decir algo acerca de estar preocupada temiendo que se cayera encima de ella!
A lo largo de todos estos acontecimientos, apenas se habló una palabra, solo intentábamos entrar en calor en nuestro propio pequeño mundo helado, anhelando que el cansancio y el sueño nos venciera.
Una vez que nos registramos y descubrimos nuestra habitación e instalaciones para pasar la noche, estábamos demasiado cansadas para asimilarlo todo. ¡nuestra habitación constaba de 4 literas de metal y nada más!
Los carteles anunciaban la obligación de quitarse las botas y usar las zapatillas de uso general que estaban en la entrada, antes de subir la escalera ( ¿en verdad esto era real? ) Y no, no había calefacción y por lo tanto tampoco agua caliente, tampoco nos dimos cuenta de que debíamos haber traído toallas, no íbamos a ducharnos mucho, los baños eran comunes a todas las habitaciones, pero al menos queríamos lavarnos la cara! . No había enchufes en las habitaciones para cargar los teléfonos, solo algunos que compartir en el bar de abajo ( muy solicitados por cierto). Tampoco internet y las señales de teléfono eran intermitentes, aunque en realidad no fue un gran problema.
Cargar las baterías de las cámaras era más complicado, intentamos usar el único punto de alimentación que había en el baño de señoras, pero había demasiada demanda del mismo.
¡ No era exactamente lo que esperábamos, sin embargo nada de lo que sucediera allí restaría valor a nuestra aventura!
En la planta baja estaba el restaurante y la comida y bebida calientes fueron bienvenidas.
Nos llamaron para la cena a las 18:00 en punto y cenamos en un salón de buen ambiente con un montón de fotografías en la pared de lo que parecía personal militar y actividades en el área. Tenía la sensación de que no había cambiado mucho con los años, ciertamente parecía una especie de cuartel militar y así se sentía una, como soldado raso y novato.
Salimos a ver la puesta de sol y quedamos encantadas de ver las nubes a la deriva entre las formaciones rocosas, fue fantástico el espectáculo que nos ofrecía la naturaleza, sin embargo el clima se tornaba cada vez más frío. Lourdes fue la primera en sucumbir ante la gélida noche, seguida por Melanie y poco después por mí, Eva fue la última en ceder.
Cuando subí, Lourdes estaba en la cama, con el gorro, la bufanda y los guantes puestos, y solo asomaban sus ojos por encima del edredón. Fue gracioso verla, y me dijo que se había puesto cada prenda que había llevado con ella.
Melanie estaba casi lista para irse a la cama y estaba tratando de meterse con bastante dificultad en su litera inferior en un saco de dormir y también bajo el edredón. Me subí a mi litera y me acurruqué cubriendo mi cabeza, aun usando mi ropa térmica, con la esperanza de entrar en calor. Finalmente llegó Eva y subió rápidamente a su litera superior pero no de la manera convencional, se puso a horcajadas entre las dos literas y de algún modo consiguió subir, podía escuchar a Lourdes decir algo acerca de estar preocupada temiendo que se cayera encima de ella!
A lo largo de todos estos acontecimientos, apenas se habló una palabra, solo intentábamos entrar en calor en nuestro propio pequeño mundo helado, anhelando que el cansancio y el sueño nos venciera.
22nd September, 2022
Amaneció y una por una fuimos saliendo de los capullos que habíamos hecho durante la noche para protegernos del frío, todavía no prevaleció mucho la conversación, simplemente nos lavamos y vestimos lo más rápido posible y bajamos la escalera para preguntar por nuestro desayuno. Aún amanecía cuando nos sentamos a disfrutar de nuestra comida, sobre todo las bebidas calientes!
Estábamos ansiosas por volver a ponernos en marcha, ya que teníamos una larga caminata de regreso hasta el coche, decidimos esperar un poco más hasta que el sol saliera. Había habido una ráfaga de nieve durante la noche y en la sombra seguramente habría hielo. Nos fuimos, bajamos esos molestos escalones que el día anterior fueron el más cruel obstáculo y luego tuvimos que tomar una decisión sobre qué camino tomar. Teníamos la opción de elegir una nueva ruta, que era algo más corta, bajaba y luego volvía a subir antes de nivelarse, o volver sobre la ruta del día anterior. Finalmente decidimos volver por la ruta ya conocida y nos dirigimos hacia la cresta y los monolitos de piedra donde nos aguardaba el sol.
Al detenerse para descansar Lourdes decidió que intentaría lanzar bolas de nieve, sin embargo aun estaba demasiado sin aliento como para hacerlo con puntería.
Al llegar a la cresta y disfrutar del sol, observamos las magníficas formaciones de nubes en las montañas de enfrente. La nube entraba y salía, creando hermosas imágenes de cuento de hadas, sin embargo la visión debajo de esta gloria eran menos inspiradoras. Montones de personas se abrían paso por el camino hacia el restaurante y luego hacia arriba, donde nosotras estábamos sentadas.
Amaneció y una por una fuimos saliendo de los capullos que habíamos hecho durante la noche para protegernos del frío, todavía no prevaleció mucho la conversación, simplemente nos lavamos y vestimos lo más rápido posible y bajamos la escalera para preguntar por nuestro desayuno. Aún amanecía cuando nos sentamos a disfrutar de nuestra comida, sobre todo las bebidas calientes!
Estábamos ansiosas por volver a ponernos en marcha, ya que teníamos una larga caminata de regreso hasta el coche, decidimos esperar un poco más hasta que el sol saliera. Había habido una ráfaga de nieve durante la noche y en la sombra seguramente habría hielo. Nos fuimos, bajamos esos molestos escalones que el día anterior fueron el más cruel obstáculo y luego tuvimos que tomar una decisión sobre qué camino tomar. Teníamos la opción de elegir una nueva ruta, que era algo más corta, bajaba y luego volvía a subir antes de nivelarse, o volver sobre la ruta del día anterior. Finalmente decidimos volver por la ruta ya conocida y nos dirigimos hacia la cresta y los monolitos de piedra donde nos aguardaba el sol.
Al detenerse para descansar Lourdes decidió que intentaría lanzar bolas de nieve, sin embargo aun estaba demasiado sin aliento como para hacerlo con puntería.
Al llegar a la cresta y disfrutar del sol, observamos las magníficas formaciones de nubes en las montañas de enfrente. La nube entraba y salía, creando hermosas imágenes de cuento de hadas, sin embargo la visión debajo de esta gloria eran menos inspiradoras. Montones de personas se abrían paso por el camino hacia el restaurante y luego hacia arriba, donde nosotras estábamos sentadas.
Aunque entresemana , habría sido un día encantador, la cabaña y el restaurante iban a cerrar del próximo fin de semana durante todo el invierno, era evidente que la gente quería aprovechar todo antes de la clausura. La caminata de regreso al coche fue desafiante de una manera diferente, conseguir caminar a través de las multitudes que subían en sentido contrario al nuestro, no fue fácil, lo logramos y encontramos un lugar tranquilo para sentarnos al sol y quitarnos ya alguna de las capas de ropa que ya no necesitábamos.
Regresando montaña abajo, ya en el coche llegamos al punto de control, sintiendo lástima por aquellos atrapados en la caravana de coches esperando acceso al parque, esperando que los visitantes se fueran, la misma caravana que sufrimos el día anterior cuando llegábamos a este punto.
Eva introdujo el tiket en la máquina de la barrera y no se abría. Después de un par de intentos, consultó al operador en la cabina, él dijo que solo habíamos comprado billete de entrada y que deberíamos pagar otros 30 euros para salir. Esa sugerencia no cayó del todo bien y Eva protestó, sin embargo, gracias a los conductores agitados y la enorme cola que esperaba para entrar, el operador decidió que seríamos un problema menos si nos dejaba pasar, la barrera se levantó y continuamos nuestro camino totalmente desconcertadas!
Nuestro próximo destino para pasar la noche era la ciudad de St Ulrich, donde al día siguiente tomaríamos varios teleféricos a lugares diferentes, dos lugares de montaña distintos entre sí. Nos detuvimos para almorzar, mirando hacia una cadena montañosa, desde allí podíamos ver un teleférico que funcionaba por encima de nosotras. Eva y Melanie fueron a hacer unas fotos mientras que Lourdes y yo decidimos relajarnos un rato y dar una vuelta por el entorno. Había una pequeña iglesia muy peculiar cerca, pero la luz no era muy buena, así que hurgué un poco en otro sitio y encontré una especie de cobertizo donde se guardaban las telesillas cuando no se usaban. La luz brillante del sol entraba por las rendijas y había creado diversos patrones muy interesantes y producía un efecto genial!
Nos dirigimos a St Ulrich y finalmente encontramos nuestro hotel, aparentemente lo habíamos ubicado desde” el lado equivocado” según el propietario ( no muy útil)
Luego llego la hora de la cena, un trago largo, una ducha y una reparadora noche de sueño!
Regresando montaña abajo, ya en el coche llegamos al punto de control, sintiendo lástima por aquellos atrapados en la caravana de coches esperando acceso al parque, esperando que los visitantes se fueran, la misma caravana que sufrimos el día anterior cuando llegábamos a este punto.
Eva introdujo el tiket en la máquina de la barrera y no se abría. Después de un par de intentos, consultó al operador en la cabina, él dijo que solo habíamos comprado billete de entrada y que deberíamos pagar otros 30 euros para salir. Esa sugerencia no cayó del todo bien y Eva protestó, sin embargo, gracias a los conductores agitados y la enorme cola que esperaba para entrar, el operador decidió que seríamos un problema menos si nos dejaba pasar, la barrera se levantó y continuamos nuestro camino totalmente desconcertadas!
Nuestro próximo destino para pasar la noche era la ciudad de St Ulrich, donde al día siguiente tomaríamos varios teleféricos a lugares diferentes, dos lugares de montaña distintos entre sí. Nos detuvimos para almorzar, mirando hacia una cadena montañosa, desde allí podíamos ver un teleférico que funcionaba por encima de nosotras. Eva y Melanie fueron a hacer unas fotos mientras que Lourdes y yo decidimos relajarnos un rato y dar una vuelta por el entorno. Había una pequeña iglesia muy peculiar cerca, pero la luz no era muy buena, así que hurgué un poco en otro sitio y encontré una especie de cobertizo donde se guardaban las telesillas cuando no se usaban. La luz brillante del sol entraba por las rendijas y había creado diversos patrones muy interesantes y producía un efecto genial!
Nos dirigimos a St Ulrich y finalmente encontramos nuestro hotel, aparentemente lo habíamos ubicado desde” el lado equivocado” según el propietario ( no muy útil)
Luego llego la hora de la cena, un trago largo, una ducha y una reparadora noche de sueño!
23rd September, 2022
Fuimos obsequiadas con un glorioso amanecer en la montaña mientras nos dirigíamos a la ciudad para desayunar. Pudimos ver los teleféricos sobre el pueblo desapareciendo en la niebla, cuando rápidamente encontramos la estación de subida.
Una vez dentro de una de las cabinas y empezando a subir, decidí mantenerme ocupada con mi cámara 360º para ayudar a compensar mi miedo a las alturas. Era un día tranquilo, el viaje allí dentro fue suave y todo estaba bien cuando llegamos arriba.
Aparentemente había un pequeño lago más abajo de la estación y salimos a buscarlo. En el camino vimos un encantador carro tirado por caballos, iba subiendo colina arriba con el conductor como si todavía estuviese dormido.
A medida que nos aventurábamos más abajo, la nube que cubría el valle comenzó a abrirse para dejar paso al sol, las vistas eran impresionantes, los tonos pastel y las montañas oscuras que emergían gradualmente, eran atractivos y esperaba obtener algunos reflejos de ambos en el agua. Desafortunadamente, el agua estaba cercada, algo turbia y había pocos reflejos, sin embargo fue un hermoso paseo por el valle y casi no había gente.
Iniciando nuestro camino de regreso a la montaña, poco a poco, Lourdes y yo encontramos un banco desde donde observamos como evolucionaban los colores y las escenas emergentes. También había una selección de animales cerca, incluidas llamas, que nos mantuvieron entretenidas. Fue pacífico absorberlo todo hasta que escuchamos las voces de muchas personas que se dirigían hacia donde estábamos; era el momento de moverse y pensar en iniciar el regreso. Eva y Melanie habían subido en el telesilla, así que Lourdes y yo comenzamos a caminar para ir a su encuentro.
El carro de caballos que habíamos visto en nuestro descenso, se dirigía hacia arriba y cuando se acercó, le preguntamos al cochero si podía llevarnos. Era italiano y mientras conversábamos en español, fue amable y dijo que subiéramos.
Llegamos a la estación y esperamos que Eva y Melanie se unieran a nosotras. Después de tomar una copa, entramos de nuevo en una de las cabinas para bajar. Este procedimiento implicó pasar a través de un torniquete de 3 puntas, sin embargo tuve tan poco tiempo para organizar mi equipo fotográfico y el trípode que de pronto me encontré con una pierna de un lado del torniquete y la otra todavía fuera. Agradecida por mis largas piernas, pude salir entre las risas de Lourdes y sin duda. …el de ¡ cualquier persona que hubiera estado mirándome! Eva y Melanie extrañaron mis travesuras, era uno de los momentos en los que había que estar presente.
Fuimos obsequiadas con un glorioso amanecer en la montaña mientras nos dirigíamos a la ciudad para desayunar. Pudimos ver los teleféricos sobre el pueblo desapareciendo en la niebla, cuando rápidamente encontramos la estación de subida.
Una vez dentro de una de las cabinas y empezando a subir, decidí mantenerme ocupada con mi cámara 360º para ayudar a compensar mi miedo a las alturas. Era un día tranquilo, el viaje allí dentro fue suave y todo estaba bien cuando llegamos arriba.
Aparentemente había un pequeño lago más abajo de la estación y salimos a buscarlo. En el camino vimos un encantador carro tirado por caballos, iba subiendo colina arriba con el conductor como si todavía estuviese dormido.
A medida que nos aventurábamos más abajo, la nube que cubría el valle comenzó a abrirse para dejar paso al sol, las vistas eran impresionantes, los tonos pastel y las montañas oscuras que emergían gradualmente, eran atractivos y esperaba obtener algunos reflejos de ambos en el agua. Desafortunadamente, el agua estaba cercada, algo turbia y había pocos reflejos, sin embargo fue un hermoso paseo por el valle y casi no había gente.
Iniciando nuestro camino de regreso a la montaña, poco a poco, Lourdes y yo encontramos un banco desde donde observamos como evolucionaban los colores y las escenas emergentes. También había una selección de animales cerca, incluidas llamas, que nos mantuvieron entretenidas. Fue pacífico absorberlo todo hasta que escuchamos las voces de muchas personas que se dirigían hacia donde estábamos; era el momento de moverse y pensar en iniciar el regreso. Eva y Melanie habían subido en el telesilla, así que Lourdes y yo comenzamos a caminar para ir a su encuentro.
El carro de caballos que habíamos visto en nuestro descenso, se dirigía hacia arriba y cuando se acercó, le preguntamos al cochero si podía llevarnos. Era italiano y mientras conversábamos en español, fue amable y dijo que subiéramos.
Llegamos a la estación y esperamos que Eva y Melanie se unieran a nosotras. Después de tomar una copa, entramos de nuevo en una de las cabinas para bajar. Este procedimiento implicó pasar a través de un torniquete de 3 puntas, sin embargo tuve tan poco tiempo para organizar mi equipo fotográfico y el trípode que de pronto me encontré con una pierna de un lado del torniquete y la otra todavía fuera. Agradecida por mis largas piernas, pude salir entre las risas de Lourdes y sin duda. …el de ¡ cualquier persona que hubiera estado mirándome! Eva y Melanie extrañaron mis travesuras, era uno de los momentos en los que había que estar presente.
De vuelta en St. Ulrich otra vez, era el segundo teleférico del día. Me gustó bastante la primera parte, ya que debíamos tomar una escalera mecánica que parecía no tener fin, luego llegamos a la estación del teleférico y entendí que tras ese habría que subir en otro más, ya que este primero nos dejaría más arriba y luego tomar otro para llegar hasta la cima. Para ser honesta, realmente no recuerdo en realidad mucho sobre el ascenso , lo que sí recuerdo fueron las vistas una vez llegamos a la cima! Absolutamente bien valía la pena el esfuerzo. Había una vista de 360º desde más arriba y todas nos pusimos en marcha para llegar cuanto antes. Una construcción curiosa y peculiar, mostraba la distancia desde ese punto a distintas ciudades. ¡ Madrid era el más cercano a casa y estaba lejísimos! Desgraciadamente el clima y la luz no eran muy buenos para la fotografía del paisaje, sin embargo pudimos disfrutar al máximo de escenas fascinantes y espectaculares. Era imposible no tomar algunas fotos aunque en verdad, éstas no le hacen justicia a imagen real.
Cuando terminamos, nos tomamos un tiempo recostándonos y relajándonos en la hierba, para luego iniciar una caminata cuesta abajo hacia el restaurante donde almorzaríamos, pero me interesé más por lo que había justo al lado; ganado de las tierras altas, ¡mis bestias favoritas desde siempre!
Haciendo el camino lentamente, Lourdes y yo fuimos a pasar un rato con ellos. Había un par de terneros entre el grupo y un magnífico ejemplar estaba cerca de la valla de alambre, totalmente despreocupado e indiferente y pude acercarme para tomar fotos.
Nos unimos a Eva y Melanie que ya habían llegado al restaurante y tomamos una buena comida antes de regresar al área cerca de la estación.
Sentada mirando al hombre del parapente y los pájaros revoloteando a nuestro alrededor podía sentir estar en la cima del mundo.
Tras estas gloriosas experiencias éramos un grupo cansado que finalmente, y después de tres días intensamente disfrutados, tres días llenos de acción y emoción, quería regresar al apartamento y así lo hicimos.
Cuando terminamos, nos tomamos un tiempo recostándonos y relajándonos en la hierba, para luego iniciar una caminata cuesta abajo hacia el restaurante donde almorzaríamos, pero me interesé más por lo que había justo al lado; ganado de las tierras altas, ¡mis bestias favoritas desde siempre!
Haciendo el camino lentamente, Lourdes y yo fuimos a pasar un rato con ellos. Había un par de terneros entre el grupo y un magnífico ejemplar estaba cerca de la valla de alambre, totalmente despreocupado e indiferente y pude acercarme para tomar fotos.
Nos unimos a Eva y Melanie que ya habían llegado al restaurante y tomamos una buena comida antes de regresar al área cerca de la estación.
Sentada mirando al hombre del parapente y los pájaros revoloteando a nuestro alrededor podía sentir estar en la cima del mundo.
Tras estas gloriosas experiencias éramos un grupo cansado que finalmente, y después de tres días intensamente disfrutados, tres días llenos de acción y emoción, quería regresar al apartamento y así lo hicimos.
24th/25th September, 2022
Al día siguiente de nuestro regreso de los Dolomitas hicimos muy poca cosa y anticipamos mucho para el posterior. Sin embargo, una vez más, el bosque cercano nos atrajo y Lourdes y yo de nuevo nos adentramos en él para volver a contactar con la naturaleza.
Eva también nos quiso mostrar el gran suelo de arce que es un verdadero espectáculo de color en pleno otoño.
Llegamos un poco temprano para obtener el efecto otoñal completo, pero fue una experiencia, ya que para llegar allí tuvimos que conducir cruzando varias veces entre Austria y Alemania. Al salir del parque natural, vimos un río que fluía con aguas de un intenso color turquesa, era precioso.
Pudimos encontrar un lugar donde parar, logramos acercarnos y tomar algunas fotos de este río inusual.
Al día siguiente de nuestro regreso de los Dolomitas hicimos muy poca cosa y anticipamos mucho para el posterior. Sin embargo, una vez más, el bosque cercano nos atrajo y Lourdes y yo de nuevo nos adentramos en él para volver a contactar con la naturaleza.
Eva también nos quiso mostrar el gran suelo de arce que es un verdadero espectáculo de color en pleno otoño.
Llegamos un poco temprano para obtener el efecto otoñal completo, pero fue una experiencia, ya que para llegar allí tuvimos que conducir cruzando varias veces entre Austria y Alemania. Al salir del parque natural, vimos un río que fluía con aguas de un intenso color turquesa, era precioso.
Pudimos encontrar un lugar donde parar, logramos acercarnos y tomar algunas fotos de este río inusual.
26th September, 2022
El viaje a Hallstat llegó hacia el final de nuestra aventura en el sur del tirol debido a la necesidad de visitar Tres Cimas de Lavaredo en los Dolomitas antes del cierre estacional.
Era el lugar que Lourdes y yo soñábamos visitar años antes cuando vimos una imagen de la iglesia junto a un hermoso lago. Ahora íbamos de camino a verlo en realidad.
Sin embargo antes que nada, nos detuvimos en la cascada Gollinger que estaba de camino.
Hubo una ligera llovizna, pero después de una bebida caliente, nos sentimos lo suficientemente fortalecidas como para ir a por ella. No teníamos que habernos preocupado por mojarnos, la tremenda fuerza del agua que caía sobre la cascada una vez que llegamos, creó una enorme cantidad de gotas en spray. Era inmensa y el ruido ensordecedor del choque del agua contra las rocas apenas nos dejaba entendernos cuando habábamos. Tratar de buscar un ángulo para tomar fotos y mantener la cámara seca fue difícil!
Preferí trabajar un poco río abajo y logré encontrar algunos lugares justo al lado del río con rápidos flujos de agua. Ya había dejado de llover aunque todavía estaba todo muy resbaladizo. Después de pedirle consejo al chico de la taquilla sobre cómo llegar a un viejo molino que podíamos ver al otro lado del río, Lourdes y yo nos pusimos en marcha!
Finalmente encontramos el hermoso molino antiguo que se conservaba en buenas condiciones aunque ya no se utilizaba como tal.
Los caminos hacia él estaban rodeados de vegetación que colgaba con gotitas de lluvia y una o dos veces el sol llegó a filtrarse haciéndolas brillar como cristales; momentos mágicos!!!!
El viaje a Hallstat llegó hacia el final de nuestra aventura en el sur del tirol debido a la necesidad de visitar Tres Cimas de Lavaredo en los Dolomitas antes del cierre estacional.
Era el lugar que Lourdes y yo soñábamos visitar años antes cuando vimos una imagen de la iglesia junto a un hermoso lago. Ahora íbamos de camino a verlo en realidad.
Sin embargo antes que nada, nos detuvimos en la cascada Gollinger que estaba de camino.
Hubo una ligera llovizna, pero después de una bebida caliente, nos sentimos lo suficientemente fortalecidas como para ir a por ella. No teníamos que habernos preocupado por mojarnos, la tremenda fuerza del agua que caía sobre la cascada una vez que llegamos, creó una enorme cantidad de gotas en spray. Era inmensa y el ruido ensordecedor del choque del agua contra las rocas apenas nos dejaba entendernos cuando habábamos. Tratar de buscar un ángulo para tomar fotos y mantener la cámara seca fue difícil!
Preferí trabajar un poco río abajo y logré encontrar algunos lugares justo al lado del río con rápidos flujos de agua. Ya había dejado de llover aunque todavía estaba todo muy resbaladizo. Después de pedirle consejo al chico de la taquilla sobre cómo llegar a un viejo molino que podíamos ver al otro lado del río, Lourdes y yo nos pusimos en marcha!
Finalmente encontramos el hermoso molino antiguo que se conservaba en buenas condiciones aunque ya no se utilizaba como tal.
Los caminos hacia él estaban rodeados de vegetación que colgaba con gotitas de lluvia y una o dos veces el sol llegó a filtrarse haciéndolas brillar como cristales; momentos mágicos!!!!
Luego al llegar a Hallstatt comenzó a llover de nuevo. Habíamos llevado un picnic, así que escogimos un lugar junto al lago mirando hacia el pueblo para comer. Llovió mucho durante un tiempo, sin embargo, cuando la nube se disipó un poco, nos dirigimos a la ciudad buscando lugares para las fotos nocturnas cuando cayera el sol.
Era obvio que habría mucha gente a juzgar por los autobuses y coches estacionados; también había un montón de niños, tal vez en viaje escolar.
A medida que caminábamos hacia el centro de la ciudad, nos dimos cuenta de que la foto publicitaria que vimos hace años y que nos transmitía una sensación de calma y paz, definitivamente no encajaba con la realidad. La imagen que Lourdes y yo habíamos visto fue tomada en un lugar en particular y por supuesto queríamos verla en vivo y en directo. Sin embargo a medida que nos acercábamos a la ubicación, pudimos ver filas de personas esperando para tomar selfies con este fondo. ¡El deseo por esta imagen se evaporó inmediatamente!. En cambio decidimos buscar un lugar para sentarnos, relajarnos y disfrutar de las vistas a la orilla del lago.
Pasamos por un puesto en el que se anunciaba vino caliente con especias. Era el clima adecuado para disfrutarlo, cada una tomó su copa y nos la llevamos para tomarla en una mesa de picnic vacía. Cisnes y patos vinieron también, probablemente era el lugar donde los visitantes solían darles comida. Lourdes les ofreció un poco de pan sobrante ( sí, parecía que nunca le faltaba pan) y se quedaron un rato con nosotras.
Luego fuimos a la ubicación seleccionada anteriormente para tomar algunas fotografías nocturnas y una vez hecho esto, nos dirigimos de regreso a nuestro hotel y a una deliciosa pizza en un restaurante cercano.
Era obvio que habría mucha gente a juzgar por los autobuses y coches estacionados; también había un montón de niños, tal vez en viaje escolar.
A medida que caminábamos hacia el centro de la ciudad, nos dimos cuenta de que la foto publicitaria que vimos hace años y que nos transmitía una sensación de calma y paz, definitivamente no encajaba con la realidad. La imagen que Lourdes y yo habíamos visto fue tomada en un lugar en particular y por supuesto queríamos verla en vivo y en directo. Sin embargo a medida que nos acercábamos a la ubicación, pudimos ver filas de personas esperando para tomar selfies con este fondo. ¡El deseo por esta imagen se evaporó inmediatamente!. En cambio decidimos buscar un lugar para sentarnos, relajarnos y disfrutar de las vistas a la orilla del lago.
Pasamos por un puesto en el que se anunciaba vino caliente con especias. Era el clima adecuado para disfrutarlo, cada una tomó su copa y nos la llevamos para tomarla en una mesa de picnic vacía. Cisnes y patos vinieron también, probablemente era el lugar donde los visitantes solían darles comida. Lourdes les ofreció un poco de pan sobrante ( sí, parecía que nunca le faltaba pan) y se quedaron un rato con nosotras.
Luego fuimos a la ubicación seleccionada anteriormente para tomar algunas fotografías nocturnas y una vez hecho esto, nos dirigimos de regreso a nuestro hotel y a una deliciosa pizza en un restaurante cercano.
27th September, 2002
Después de todo tuvimos una buena noche de sueño, a la mañana siguiente nos vimos explorando los terrenos cercanos al hotel. Pudimos ver los colores del otoño y las nubes que aún entraban y salían de las cadenas montañosas, así como Hallstatt en la distancia.
Regresamos a Innsbruck, donde se pronosticaba lluvia, sin embargo decidimos desviarnos en el camino y dirigirnos al lago konigsee con la esperanza de no encontrar los fuertes chubascos que se avecinaban. Pasamos por Berchtesgaden y pensamos en una visita al Eagles Nest (Nido del Águila) , habríamos tenido unas vistas espectaculares de la campiña circundante, desafortunadamente la capa de nubes significaba que era poco probable que subiéramos allí , pero nosotras siempre encontramos alternativas a nuestra diversión, había un viaje disponible en barco por el lago, así que decidimos hacerlo a pesar de tener que usar mascarilla a bordo!
En el lago había una pequeña isla y pudimos apearnos y pasar tiempo explorando, nos alejamos del bullicio general de la gente y caminamos por la orilla. Los colores del otoño aparecían en las laderas de las montañas y junto al lago. En nuestra expedición pudimos encontrar numerosos hongos tanto en los árboles como en el suelo y nos divertimos resolviendo lo que nos recordaban algunos de los troncos; parecían adoptar perfiles reconocibles. Era un lugar tranquilo y agradable para detenerse antes de volver a tomar un barco de regreso para luego emprender el viaje de dos horas de vuelta a nuestro apartamento.
28th September, 2020
El clima no mejoró y una ligera llovizna parecía estar lista para el día, sin embargo, no fue un problema, ya que todas lo sentíamos como un día bajo. Ni siquiera hice nada con mis fotos aparte de descargarlas de mi cámara. En cambio fue un día de relajación total.
Miré el pronóstico y vi que aunque las nubes persistirían durante la noche, cabía la posibilidad de un ligero aclarado antes del amanecer.
Configuré mi alarma interna para las cinco de la madrugada y miré hacia fuera para ver algunas estrellas brillando a través de las nubes.
Puse en marcha mi cámara rápidamente ¡ pude capturar una imagen del cinturón de orión justo antes de que las nubes volvieran a aparecer!
Me gusta mucho el efecto suave que crean las nubes y la poca visibilidad.
Todo eso desde el balcón del apartamento; valió la pena levantarse.
El clima no mejoró y una ligera llovizna parecía estar lista para el día, sin embargo, no fue un problema, ya que todas lo sentíamos como un día bajo. Ni siquiera hice nada con mis fotos aparte de descargarlas de mi cámara. En cambio fue un día de relajación total.
Miré el pronóstico y vi que aunque las nubes persistirían durante la noche, cabía la posibilidad de un ligero aclarado antes del amanecer.
Configuré mi alarma interna para las cinco de la madrugada y miré hacia fuera para ver algunas estrellas brillando a través de las nubes.
Puse en marcha mi cámara rápidamente ¡ pude capturar una imagen del cinturón de orión justo antes de que las nubes volvieran a aparecer!
Me gusta mucho el efecto suave que crean las nubes y la poca visibilidad.
Todo eso desde el balcón del apartamento; valió la pena levantarse.
29th September, 2022
Nuestro vuelo de regreso a casa vía Londres estaba programado para salir de Innsbruck a las 16:10. Ya había recibido una notificación de media hora de demora, sin embargo decidimos llegar al aeropuerto a la hora inicialmente establecida por lo que estaríamos disponibles para reaccionar ante cualquier cambio adicional.
Había una huelga nacional en Francia y participaban los controladores aéreos franceses. Significaba cancelaciones de vuelos y por supuesto retrasos.
Finalmente pudimos abordar nuestro avión después de ver un aterrizaje y un revisado a las 17:30, sólo para escuchar una vez que todos estábamos sentados, que permaneceríamos allí por otras dos horas más!, el piloto no tenía permiso aún para volar.
Nuestro vuelo de conexión de Londres a Málaga debía salir justo a la hora en que llegaríamos a Londres, así que nos reconciliamos con el hecho de que lo perderíamos y tendríamos que hacer otros planes.
Al llegar a Londres recibí una notificación de que nuestro vuelo de conexión también se había retrasado una hora. De nuevo había esperanza!
Corriendo, caminando a lo largo de las pasarelas y cintas transportadoras, llegamos a las puertas de conexiones internacionales en poco tiempo ¡ sólo para descubrir que habían cerrado hacía poco, independientemente de si el avión sufría retraso o no!
Volviendo a reunirnos, me puse en contacto con el hotel en el que nos habíamos alojado quince días antes y pude reservar una habitación para pasar la noche. Luego vino la difícil tarea de tratar de conseguir un vuelo de regreso para el día siguiente para Málaga.
¡Todos los aviones con Easyjet con los que habíamos reservado originalmente estaban llenos para el día siguiente. Por supuesto no éramos las únicas que perdíamos un vuelo, y muchos habían sido cancelados.
¡ El resultado fue que tuvimos que reservar un costoso billete de ida a casa , y que no saldría hasta la noche siguiente!
Estábamos agotadas cuando por fin llegamos a casa, sin embargo, me di cuenta de algo bueno, por alguna razón, compré un seguro para cubrir tal eventualidad.
Nunca me había ocurrido antes y lo había olvidado. De hecho, fue la compañía quien se puso en contacto conmigo y recibí el visto bueno para reservar vuelos alternativos.
Nuestro vuelo de regreso a casa vía Londres estaba programado para salir de Innsbruck a las 16:10. Ya había recibido una notificación de media hora de demora, sin embargo decidimos llegar al aeropuerto a la hora inicialmente establecida por lo que estaríamos disponibles para reaccionar ante cualquier cambio adicional.
Había una huelga nacional en Francia y participaban los controladores aéreos franceses. Significaba cancelaciones de vuelos y por supuesto retrasos.
Finalmente pudimos abordar nuestro avión después de ver un aterrizaje y un revisado a las 17:30, sólo para escuchar una vez que todos estábamos sentados, que permaneceríamos allí por otras dos horas más!, el piloto no tenía permiso aún para volar.
Nuestro vuelo de conexión de Londres a Málaga debía salir justo a la hora en que llegaríamos a Londres, así que nos reconciliamos con el hecho de que lo perderíamos y tendríamos que hacer otros planes.
Al llegar a Londres recibí una notificación de que nuestro vuelo de conexión también se había retrasado una hora. De nuevo había esperanza!
Corriendo, caminando a lo largo de las pasarelas y cintas transportadoras, llegamos a las puertas de conexiones internacionales en poco tiempo ¡ sólo para descubrir que habían cerrado hacía poco, independientemente de si el avión sufría retraso o no!
Volviendo a reunirnos, me puse en contacto con el hotel en el que nos habíamos alojado quince días antes y pude reservar una habitación para pasar la noche. Luego vino la difícil tarea de tratar de conseguir un vuelo de regreso para el día siguiente para Málaga.
¡Todos los aviones con Easyjet con los que habíamos reservado originalmente estaban llenos para el día siguiente. Por supuesto no éramos las únicas que perdíamos un vuelo, y muchos habían sido cancelados.
¡ El resultado fue que tuvimos que reservar un costoso billete de ida a casa , y que no saldría hasta la noche siguiente!
Estábamos agotadas cuando por fin llegamos a casa, sin embargo, me di cuenta de algo bueno, por alguna razón, compré un seguro para cubrir tal eventualidad.
Nunca me había ocurrido antes y lo había olvidado. De hecho, fue la compañía quien se puso en contacto conmigo y recibí el visto bueno para reservar vuelos alternativos.